La comunicación interna y la comunicación externa difieren en sus destinatarios y objetivos:
- La primera tiene por objeto hacer circular la información dentro de la empresa, entre empleados, directivos y ejecutivos. Facilita el trabajo en equipo, fomenta el compromiso de los empleados, impulsa la productividad, refuerza la cohesión, mejora la experiencia de los empleados y mejora su retención.
- La segunda se dirige a un público externo formado por clientes, candidatos, socios, inversores o instituciones. Por lo general, su objetivo es reforzar la reputación de la organización para atraer a los mejores talentos, conseguir alianzas, destacar entre la competencia y generar más clientes potenciales.
A pesar de estas diferencias, la comunicación interna y externa son complementarias. Para ser creíble, la comunicación global de una organización debe mantener cierta coherencia. Además, la comunicación interna y externa pueden apoyarse mutuamente para alcanzar sus objetivos respectivos con mayor eficacia.
¿Quiere aplicar una política de comunicación eficaz? En este artículo, Mozzaik le da buenas razones para actuar y le explica cómo crear una verdadera sinergia entre sus estrategias de comunicación interna y externa. Disfrute de la lectura.
Sinergias entre la comunicación interna y externa
Existen numerosos puntos de convergencia entre la comunicación interna y externa, que generan múltiples beneficios para la empresa.
Defensa y compromiso de los trabajadores
El Employee Advocacy, que consiste en convertir a los empleados de una empresa en embajadores ante el público externo en las redes sociales, se encuentra en la intersección de la comunicación interna y externa. Para transmitir los mensajes de su empresa en LinkedIn, Facebook, Instagram o X (antes Twitter), los empleados embajadores deben recibir la información adecuada internamente y disponer de medios sencillos para compartirla.
Para la empresa, el esfuerzo merece la pena, ya que el contenido de las redes sociales tiene un 561% más de alcance cuando lo comparten los empleados en lugar de su empleador. Además, implicar a los empleados en las acciones de comunicación de la organización contribuye a reforzar su sentimiento de pertenencia y compromiso en el trabajo.
Imagen de marca y cultura de empresa
El branding y la marca de empresa están también en la intersección de la comunicación interna y externa. Para transmitir una imagen de marca creíble y fiable, una empresa debe construir una identidad de marca alineada con su cultura corporativa. En otras palabras, los elementos de comunicación destinados al público externo deben ser coherentes con la visión, la misión, los valores y la historia que se promueven internamente.
Esta alineación entre la comunicación interna y externa permite a los equipos de comunicación transmitir un mensaje claro. Pero eso no es todo. También refuerza el sentimiento de pertenencia de los empleados, ya que se sienten en sintonía con la imagen de marca de su empleador; suaviza las relaciones con los clientes, ya que empleados y clientes comparten una visión común de la empresa y sus servicios; y mejora la retención del talento, ya que los nuevos empleados se incorporan a una organización que coincide con la imagen que tenían de ella.
Comunicación de crisis interna y externa
La sinergia entre la comunicación interna y externa también es esencial en situaciones de crisis. Para recuperar la confianza de sus clientes, socios y financieros, la empresa debe transmitir un mensaje coherente y creíble. Para ello, es importante informar adecuadamente a los empleados con antelación para que puedan presentar un frente unido. Este esfuerzo de comunicación interna, necesario para la eficacia de las acciones de comunicación externa, también ayuda a los empleados a comprender, gestionar y afrontar mejor la situación de crisis.
Creación de contenidos para canales de comunicación internos y externos
Por último, la colaboración entre los equipos de comunicación interna y externa permite crear contenidos impactantes que pueden ser utilizados por ambas partes. Las campañas de comunicación con las partes interesadas externas pueden, de hecho, promover los éxitos internos. El objetivo: resaltar la cultura corporativa y mostrar a los empleados y su experiencia, jugando con la transparencia y la autenticidad. A la inversa, la comunicación interna puede, por ejemplo, transmitir internamente mensajes de clientes satisfechos para impulsar la motivación de los empleados.
Por si fuera poco, los equipos responsables de la comunicación interna y externa pueden compartir sus técnicas de creación de contenidos, herramientas de comunicación o incluso determinados soportes de comunicación, fomentando la inteligencia colectiva y la innovación, además de lograr economías de escala.